Mezquita de Córdoba: La Mezquita de la Catedral (con fotos)

Anonim

La Mezquita de Córdoba es un edificio fascinante famoso por el bosque de pilares y arcos dentro del salón principal. Es único porque ha sufrido varios cambios religiosos a lo largo del tiempo.

La construcción de la mezquita comenzó en 784 d.C. después de que los moros capturaran Córdoba. Se construyó en el lugar donde había estado una iglesia visigoda del siglo VI. En la última mitad del siglo X, después de varias adiciones, se completó.

En el siglo XIII, los cristianos arrebataron Córdoba a los moros. En ese momento, consagraron el edificio como iglesia cristiana. Durante la década de 1520, en realidad construyeron una iglesia dentro de la mezquita. Sin embargo, acordaron dejar la arquitectura morisca en su lugar. Hoy, el nombre oficial de la Mezquita es Catedral de Santa María de la Asunción.

Con un pasado tan variado, no es de extrañar que la Mezquita de Córdoba sea uno de los atractivos turísticos más populares de España. Desde el exterior, la Mezquita se parece a muchos otros edificios de la época. Sin embargo, el interior del edificio es lo que lo diferencia de otras mezquitas de la región. Esta estructura contiene elementos de diferentes culturas, incluyendo visigoda, bizantina, persa y siria.

Una de las zonas más interesantes de la Mezquita es el Mihrab. Este nicho de oración está orientado hacia la Meca para los musulmanes. El techo en forma de concha del Mihrab de la Mezquita fue tallado en una sola pieza de mármol. Los mosaicos y yeserías que decoran las cámaras a cada lado lo convierten en un excelente ejemplo de arte islámico.

Uno de los elementos de diseño más singulares es el uso de arcos de dos niveles rojos y blancos dentro del edificio. Pilares esculpidos, reciclados del templo romano que anteriormente se encontraba en el sitio, sostienen estos arcos. Originalmente, había 1.293 columnas, hechas de ónix, mármol, granito y jaspe, pero solo quedan 856 en la actualidad.

Hay muchos aspectos adicionales de la Mezquita de Córdoba que no deben pasarse por alto. Estos incluyen el coro barroco del siglo XVI, el Patio de los Naranjos y la Torre del Alminar, un minarete utilizado para llamar a los fieles a la oración.